Segunda semana de Mayo.- Hemos traído más plantas de lechuga, tomates, judías, pepinos y calabacines.
Ya están las tomateras plantadas, a ver cómo se nos dan este verano, porque el anterior fue regular. La zona blanquecina de la tierra son cenizas de la chimenea.
Las judías nuevas junto a las que pusimos hace una o dos semanas.
Los calabacines y pepinos, dos plantas de cada variedad y en distintos huertos, por cuestión de espacio.
Hemos preparado tres huertos, en el más grande de ellos, que tendrá unos 15 m2 solemos poner tomates y lechugas. De momento sólo hemos puesto una docena de lechugas, a la espera de que mejore el tiempo o nos decidamos por poner otra cosa…
Las lechugas necesitan humedad y sol, como estos días está lloviendo con frecuencia no necesito regarlas de momento.
El mini-huerto ya está limpio, abonado y sólo falta hacer los caballetes para poner las plantas. Utilizamos abono orgánico de vaca y caballo, maduro.
Hemos decidido poner judías, se dan muy bien, son fáciles y dan poco trabajo.
Las plantas tienen muy buen aspecto, nos caben 15. Mi trabajo es regar y limpiar de malas hierbas cuando ya está funcionando, recolectar semanalmente y podar.
Hechos los caballetes, el agua se acumula en las líneas y la planta va asimilándola.
De preparar y plantar los huertos se encarga mi marido. Es un trabajo pesado. Le ayudo en la primera limpieza, él se encarga de mezclar la tierra con el abono orgánico, romperla y darle vuelta con una pala, todo ello es una labor dura.
Colaboro en la limpieza una vez están plantados, pero me dedico más al jardín.
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